Kilómetros
aproximados: 50.
El desayuno estaba incluido, y bajamos
a desayunar a las 8’30, el dueño de la casa lo va preparando allí mismo, te va
dando gran variedad de cositas, y a ver cuál de todas está más rica; sin duda
podría decirse que casi lo mejor de casa es el desayuno; buenísimo.
Tras el desayuno hicimos el check-out
en un momento y fuimos parking (11 €). A
nuestro destino llegamos en menos de una hora, con algo de tráfico como en el
día de ayer. Fuimos directos al Interparking Centrum t’ Zand (Koning Albert
I-Iaan 62), que está muy cerca del centro; tiene la entrada en un túnel.
En el idioma flamenco/neerlandés “Brug” significa puente, y el nombre de
esta ciudad en plural es debido a la gran cantidad de ellos. Su mayor auge fue
en la Edad Media, gracias al comercio; y fueron un importante miembro de la
Liga Hanseática, que era una federación comercial y defensiva que se extendía
por ciudades costeras del Mar Báltico y del Mar del Norte, desde Rusia hasta
los Países Bajos.
Como ayer, todavía era pronto para
hacer el check-in, así que a recorrer la ciudad, además hoy el día invitaba a
disfrutarla con un estupendo sol.
Comenzamos por la IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA (Onze-Lieve-Vrouwekerk), lo más
destacable es “La Madonna con el Niño” de Miguel Ángel, que es una de las pocas
obras del artista que no se encuentra en Italia. Actualmente está en obras y no
se puede visitar toda la iglesia. Horario: 9’30 a 17. Entrada: 3 €, reducida
por no poder visitarla toda.
Luego fuimos al corazón de la ciudad, MARKT, su edificio principal es el
Campanario, y también la Corte Provincial. En el pasado los canales atravesaban
la plaza, hoy en día son subterráneos.
Los chicos intentaron subir al BELFORT (Campanario), desde sus 83
metros de altura se obtienen unas grandes vistas de la ciudad, pero la cola
para subir era tremenda, y eso que el ascenso se realiza sólo por escaleras (en
total 366 escalones). Se utilizaba para divisar ataques, fuegos y cualquier
otra cosa. Horario: 9’30 a 17. Y su precio creo que eran 8 €.
Pasamos a otra plaza que se encuentra
muy cerquita de la anterior, BURG, que fue el centro administrativo de la ciudad,
entre sus edificios destaca el Ayuntamiento y la Basílica de la Sangre.
Luego paseamos aprovechando el día tan
soleado.
Y llegamos al MUELLE DEL ROSARIO (Rozenhoedkaai), que es uno de los lugares más bonitos y más fotografiados de la ciudad.
Entre unas cosas y otras ya se nos
había pasado la mañana y decidimos ir a comer, elegimos un italiano llamado Trattoria Da Vincenzo que tenía un menú
a 12’50 € (incluía primero, segundo y postre). Pedimos de primero ensalada y
sopa, y de segundo pasta; nos gustó bastante, y además el lugar era bastante
acogedor. Al final nos costó todo 59 € (salimos a menos de 15 € cada uno). Muy
recomendable para comer en el centro.
Volvimos hacia la plaza del BURG, que
estaba muy cerquita, para visitar la BASÍLICA
DE LA SANTA SANGRE (Basiliek van het Heilig Bloed), en realidad son dos
iglesias. La del piso superior es de estilo neogótico y es famosa porque aquí
se encuentra una reliquia con la Santa Sangre de Cristo. Y la del piso inferior
es de estilo románico. Ambas muy bonitas, y merecen la pena las dos su visita.
Horario: 9’30 a 12 y 14 a 17. Visita gratuita, solo se paga para visitar el
relicario y otras joyas.
Y luego ya nos fuimos al Hotel Goezeput, primero hicimos el check-in
y luego al coche a por las maletas; hay que decir que ir cargados con ellas,
aunque el camino era corto, fue bastante
tortura, porque era todo adoquinado.
Un pequeño descanso y salimos a
disfrutar de otras zonas de la ciudad, en las que se respiraba cierta
tranquilidad, a pesar de la cantidad de gente que había. De camino íbamos
viendo rincones encantadores.
Comenzamos por el BEATERIO (Begijnhof), este posiblemente es el más famoso de Flandes.
Las beatas o beguinas eran mujeres solteras o viudas que consagraban su vida a
Dios, sin formar parte de la jerarquía eclesiástica, hacían voto de pobreza y
castidad, pero podían casarse y abandonar cuando quisieran. Fue fundado en el
siglo XIII por Margarita de Constantinopla (condesa de Flandes), y estuvo en
funcionamiento hasta 1928. Actualmente hay una treintena de casas construidas
alrededor de un jardín y una iglesia de estilo gótico; y está habitado por un
grupo de benedictinas.
Muy cerca se encuentra MINNEWATER, conocido también como Lago
del Amor. Cuenta la leyenda que la joven doncella Minna huyó de su padre que
quería casarla con un noble, para reunirse con su verdadero amor, el joven
Stromberg quien tras buscarla desesperadamente la encontró muerta en el lago, y
decidió enterrarla él mismo separando las aguas. Leyendas aparte, es un lugar
muy bonito y agradable para pasear si el día acompaña.
Luego callejeamos, a esas horas ya se
iba mucha gente de la ciudad, pero todavía se veía bastante gente por la calle;
la verdad es que el centro de Brujas es muy pequeño. A mitad tarde cuando se
nos iba yendo la luz fuimos a tomarnos algo, para hacer tiempo para cenar.
Y antes de cenar, con las últimas
luces del día unas fotos.
Ojeamos bastantes lugares para cenar
pero no nos decidimos, no nos convencían, entre otras cosas por el elevado
precio, así que como habíamos comido muy bien, nos decantamos por la socorrida (y
barata) comida rápida, elegimos el Quick
que es una cadena de hamburgueserías, los menús valían cerca de 8 € cada uno.
Tras la cena, paseando tranquilamente
volvimos al hotel. Hoy sí que nos iba el wifi, y además como un cañón; y tras
ponernos al día con el móvil a dormir.
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