Día 8: Bruselas y Malinas

Kilómetros aproximados: 120.

Desayunamos como todos los días a las 8’30, y como ayer, elegimos el Panos (14 €); en la tienda vi unas gominolas de Haribo con sabor cereza y no me pude resistir.

Sobre las 9’15 nos pusimos en marcha, con algo de retención en unos 45 minutos llegamos a Bruselas. Fuimos directos al Parque del Cincuentenario, donde íbamos a pasar toda la mañana visitando dos museos; se puede aparcar allí mismo gratuitamente.

Comenzamos por AUTOWORLD, en este museo del automóvil se pueden encontrar más de 400 vehículos, nos gustó bastante a todos, pero en especial a Luis porque le gustan mucho los coches. La visita nos llevó algo menos de dos horas; es un espacio bastante grande y diáfano, y con coches antiguos muy bonitos; habían muchos de una marca belga llamada Minerva, que era famosa por sus coches de lujo a principios del siglo XX. Horario: 10 a 18. Precio: 9 €.

















Luego enfrente está el MUSEO DE HISTORIA MILITAR, que es enorme (incluso tenía algunas zonas cerradas de 12 a 1). Horario: 9 a 17, cierra los lunes. Entrada gratuita. Comenzamos por una nave enorme en la solo habían aviones.









Alrededor de las 2 de la tarde decidimos comer en el bar que había es esta zona del museo, porque todavía no habíamos acabado la visita, y salir a la calle y volver a entrar supondría perder bastante tiempo. El bar es sencillito y nos apañamos con unos bocatas, que junto con las bebidas no costó 25 €.



Después de comer continuamos hacía otra zona del museo, más en plan exposición, armas, uniformes, etc. Al final la visita nos llevaría unas tres horas, incluyendo la comida, y sin apenas entretenernos.




Volvimos al coche y sobre las 4 pusimos rumbo a la zona del Atomium, el tráfico era bastante denso a esas horas, y a pesar de llevar GPS en algún cruce nos perdimos; una vez allí, aparcamos en zona azul.

El ATOMIUM se construyó para la Exposición Universal de 1958 y representa una molécula de cristal de hierro agrandada 165.000 millones de veces. Está compuesto por 9 esferas unidas entre sí, y su altura total es de 102 metros. Horario: 10 a 18. Precio: 11 €.

No teníamos muy claro si íbamos a entrar o no, así que fuimos directos a hacer un montón de fotos desde diversos ángulos, mientras pensábamos que hacer.








Al final nos decidimos y entramos, hicimos la visita bastante rápida, pues aún nos quedaban cosas por visitar ese día. Es una construcción bastante curiosa, y por dentro te vas encontrado diversas exposiciones, algunas interesantes; la ruta está marcada. A pesar de la rapidez con que hicimos la visita, mereció la pena.






Nuestra última visita del día era MALINAS, la ciudad que intentamos visitar anteayer y que encontramos preparada para una maratón. Llegamos sobre las 5’30 y aparcamos en la calle, dimos una vuelta, pero lo más interesante es su GROTE MARKT, y entre todos sus edificios destaca el Ayuntamiento; no era muy tarde, pero ya no pillamos ni la iglesia abierta.







Tras esta visita volvimos a Lovaina, y descansamos un ratillo en el hotel, donde aprovechamos para ir preparando maletas, pues mañana ya volvíamos a casa.

A las 8’30 salimos a cenar, y fuimos directos donde el primer día, Domus; pedimos pollo, un pincho, ensalada y no sé qué otro plato, que junto con dos postres y las bebidas nos costó 92 € (salimos a 23 €, un precio bastante razonable).






Tras la cena al parking Laudeuze (6 €), y una vez en el hotel ultimamos la maleta y a dormir.

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